Samaná

No vivo para viajar… ¡Viajo para vivir!

Para los que tengan ganas de vivir unas vacaciones sin multitudes, con playas blancas y descubrir rincones de exuberancia y belleza natural, te recomendamos Samaná! No dejes de visitar este maravilloso lugar.

Como viajeros que somos, descubrimos en Samaná, una región rural con su propia personalidad, que rompe con el tópico que todos tenemos de un viaje a este país dominicano: Samaná es una región verde y salvaje, de bellísimas playas solitarias, y de naturaleza exuberante en estado puro.  Ofrece estupendas opciones para todos aquellos viajeros que, de una forma alternativa, quieran saborear un turismo de naturaleza y de playas vírgenes, que te trasladarán al mismísimo paraíso.

Samaná es miembro del Club de las Bahías más bellas del Mundo de la UNESCO y Paraíso del Eco – Turismo.

El paraíso virgen de Samaná en una constante invitación al descubrimiento de bellos rincones. El plan es uno mismo, haciendo todo lo que quieras hacer, todo el día! Se puede nadar en el océano, explorar la exuberante vegetación de la selva o caminar a través de increíbles playas de arena blanca y encontrar el verdadero significado de la belleza prístina.

En Samaná encontramos un caribe típico, auténtico y salvaje: playas con cocoteros, gente hospitalaria, y un entorno vegetal y virgen. Un experiencia maravillosa para aquellos que buscan más que sol y playa, descubrir la inmensidad de un lugar.

Las actividades al aire libre prácticamente no tienen límite… uno puede subirse a una moto de agua o abordar un catamarán para pararse a echar un vistazo bajo el mar con las apasionantes clases de submarinismo o andar a caballo a través de la selva.

Desde aquí se puede tomar una excusión a la cascada de 40 metros, el Salto El Limón, y saltar o bañarse en las piscinas de agua cristalina, o ver saltar a las ballenas jorobadas. Estas ballenas, migran de las frías aguas del norte a las aguas calientes del Caribe para aparearse y dar a luz. Se pueden ver sus rituales de apareamiento, su manera elegante de saltar y golpear sus aletas contra la superficie del agua. La idea es disfrutar de una espectáculo creado por la madre naturaleza.

El sentido de todo esto, es que vivas una experiencia memorable, regalándote unos días en una porción de paraíso en este maravilloso mundo. Un viaje para los sentidos, de esos que creías que sólo existían en películas.

Clima: El cima de Samaná es caliente y húmedo durante todo el año. Considerado que de junio a diciembre las lluvias son bastante intensas, que entre junio y octubre las temperaturas con bastante altas, y la región en este período puede verde afectadas por los huracanes tropicales, el mejor momento para ir es en los meses más fríos relativamente menos húmedos entre enero y abril.

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